domingo, 18 de noviembre de 2012

Gafas para ver el vaso medio lleno



Hay veces que un tatuaje en la piel es valentía y su significado equivale a haber logrado un propósito vital.

En ocasiones, querer bailar y brincar cual niño durante mucho tiempo, es soñar con lo insoñable, pues hay momentos de decepción. 

Y digo yo, volvamos a la vida. 

El olor del café y de la hierba mojada que tan propicios son del invierno. 
El sabor de las galletas untadas en bebida caliente. 
El tacto de la compañía. 
Dirijamos nuestra vista a las oportunidades que se atisban. 

Aplaudamos a Antonio Meucci por inventar el teléfono, y aprendamos que Graham Bell sólo lo patentó. Usémoslo para desahogarnos con los que están lejos. 

Seamos naturales pero aprendamos el arte de la actuación para utilizarlo en contadas ocasiones, como protección ante personas dañinas. 

Un futuro incierto por delante, nunca significó mala vida. 

Hagamos caso a la lógica, pero arriesguemos con el corazón.  
Recordemos lo bueno y sigamos adelante, porque merece un lugar en nuestra memoria. 

Con una cerveza en la mano brindemos por conseguir unas gafas que nos hagan ver 300 días al año el vaso medio lleno y sólo 65 el vaso medio vacío:
porque dicen, que una de cal y otra de arena, pero playas y desiertos arenosos hay miles y protectores antical hay muchos.


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