jueves, 17 de diciembre de 2015

Naturalmente, yo bombeo, pero cuando pienso en ti, yo estallo




Le llaman agridulce. No hablo de la salsa asiática típica, hablo de otro concepto. Podría tratarse de una sensación, pero digamos que es un sentimiento. Pongamos que también podría llamarse amor, obsesión o bomba. Y que nunca sabes si existió de verdad o tan solo en tus sueños. 

Sale de mis adentros un "te quiero". Y de mis entrañas un estallido tremendo. Pongamos que todavía pienso y recuerdo. El mundo no está hecho para estos trotes a los que le expongo cada poco tiempo. Ahora me sale un "te odio", demonio siniestro. 

Puede que todos los que dicen que la vida es un cuento estén en lo cierto. Pero es mi cuento. Huelo, toco, veo y siento. En la arena es donde mejor me siento, con el agua a tan solo unos metros y la brisa contra la cara sin cesar ni un momento. 

Dime mar ¿no te cansas de mover tus olas al son del viento? ¿No te agota que tu marea suba y baje sin aviso previo? Cuando le hablo al mar, también le grito al cielo. Pero no es azul, más bien es negro. 

Caníbales del amor, iros a contar historias a otros puertos, por que en el mío ya no cabe ni un bote salvavidas de esos muy pequeños. Que nos dejen disfrutar de este agridulce sentimiento al mar y a mí a tiempo completo. 

Naturalmente, yo bombeo, pero cuando pienso en ti, yo estallo.