lunes, 16 de mayo de 2011

Arriba el agotamiento..



Esos codos, ¡que sufran sí!
Gritos que hagan necesitar tapones de gomaespuma o de cera,
valles de lágrimas en unos ojos irritados y miopes,
pero no, no se vendrá a tierra de momento.
Las goteras se solucionan con paraguas,
y aun está con la leche en los labios.
Quedan tantos cardenales rosáceos, morados y negruzcos que esto parecen nimiedades.
Con un desinfectante y un buen vendaje estaremos compuestos.
¿Y si al final se precisa grave?
Entonces no quedará más remedio que una impecable escayola donde se pueda firmar.
Pero de momento existe ese ánimo para que esta cura no sea necesaria.


¡Ahora vamos! Limpia los cristales salpicados de agua salada y retén esquemas de datos.
Ya podrás husmear entre las flores más adelante.

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