viernes, 2 de septiembre de 2011

Hacia lugares que no se ven ni desde el tejado.






Parejas exóticas, naturales, sencillas, aventureras, que buscan viajes a todas partes.
En las islas Cíes pueden ver aguas cristalinas, pisar conchas y acampar rodeados de vegetación.
En Venecia es probablemente donde dormirán las mejores siestas tras largos paseos por las callejuelas no concurridas.
¿Y qué decir de París?, alguna vez irán juntos y entonces, él, que tendrá más experiencia de guía, cambiará el puesto a la soñadora de Montmatre. Ella le enseñará la bohemia parisina, la cuna de los impresionistas.
También en Santorini, alguna vez, será su guía.
En una cabaña de Tailandia amanecerán juntos y un elefante asombroso les llevará a un nuevo puerto.
Sin maletas, sin preocupaciones.

Viajarán para ellos.
Vivirán por todo el tiempo perdido.

Dichas parejas son únicas.
Se cosechan con el tiempo, con cautela y cuidado pero sin excesiva organización.
Viven de pensamientos que se convierten en deseos y más adelante en realidad.
Disfrutan de las pequeñas cosas y no acostumbran a discutir. Bueno, en realidad, no hay cabida para enfados.

Ahora van a tachar agosto con las ganas con las que un niño se aferra al dedo meñique del progenitor días después de su nacimiento.

Querer es poder es un principio que relaciona la pasión por una meta con el método ideal para alcanzarla.
Nosotros somos esa pasión, y nuestro método es la paciencia y la ilusión.

Cuando todo está escrito en un diario por uno de los guías más apasionados, no queda otro remedio que seguir dando motivos para que nunca se termine esa "Doble Biografía" .






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